Estos consejos están extraídos del sitio web de la Fundación Dieta Mediterránea y, respetándolos, se puede seguir perfectamente una dieta típicamente mediterránea.

Esta asociación aglutina a distintos expertos del campo de la alimentación que han dedicado parte de sus investigaciones a este estilo de vida. Además, gracias a su iniciativa, se consiguió que la UNESCO la registrara como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

  1. Utilizar el aceite de oliva como principal grasa de adición.
  2. Consumir alimentos de origen vegetal en abundancia: frutas, verduras, legumbres y frutos secos.
  3. El pan y los alimentos procedentes de cereales (pasta, arroz y especialmente sus productos integrales) deberían formar parte de la alimentación diaria. Hay que tener en cuenta que sus productos integrales nos aportan más fibra, minerales y vitaminas.
  4. Los alimentos poco procesados, frescos y de temporada son los más adecuados.
  5. Consumir diariamente productos lácteos, principalmente yogurt y quesos. Son excelentes fuentes de proteínas de alto valor biológico, minerales (calcio, fósforo, etc.) y vitaminas.
  6. La carne roja se tendría que consumir con moderación y si puede ser como parte de guisos y otras recetas. Y las carnes procesadas en cantidades pequeñas y como ingredientes de bocadillos y platos. El consumo excesivo de grasas animales no es bueno para la salud.
  7. Consumir pescado en abundancia y huevos con moderación.
  8. La fruta fresca tendría que ser el postre habitual. Los dulces y pasteles deberían consumirse ocasionalmente.
  9. El agua es la bebida por excelencia en el Mediterráneo.  El vino debe tomarse con moderación y durante las comidas. 
  10. Realizar actividad física todos los días, ya que es tan importante como comer adecuadamente.