Para 4 personas

Dificultad: media

Tiempo: 1 hora (más 1 hora de refrigeración)

Ingredientes:

  • 2 morcillas
  • 100 g de mantequilla
  • 170 g de harina
  • 800 ml leche entera
  • 1 cebolla
  • aceite de oliva
  • 1 huevo
  • pan rallado
  • sal
  • pimienta

Preparación:

  1. Picar la cebolla en dados de pequeño tamaño. Pelar las morcillas y desmenuzar la carne de su interior.
  2. En una cazuela pequeña con aceite de oliva sofreír la cebolla a fuego bajo. Añadir la morcilla, dar un par vueltas, incorporar la mantequilla y, cuando se haya derretido, añadir la harina.
  3. Remover de manera continuada con una cuchara de madera hasta que se hayan fundido todos los ingredientes y la harina no esté cruda.
  4. Añadir entonces la leche y salpimentar. Cocinar durante 2 minutos más y remover hasta que la besamel resultante no se pegue a las paredes de la sartén.
  5. Echar la besamel en plástico transparente formando paquetes de unos 20 cm de largo y unos 4 cm de ancho. Envolverlos como si fueran caramelos, cerrándolos con cuidado. Dejar enfriar durante una hora en la nevera.
  6. Sacar la besamel, que habrá adquirido forma de barra. Cortarla con un cuchillo en función del tamaño deseado para las croquetas.
  7. Batir el huevo y pasar las croquetas por él. Después hacer lo mismo con el pan rallado.
  8. Freírlas en abundante aceite de oliva durante unos minutos a temperatura elevada.
  9. Colocar sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite antes de servirlas.