De la gastronomía sueca sabemos más bien poco. Como mucho habremos probado el salmón y las galletas especiadas que venden en Ikea. Pero hay más, y en este artículo vamos a hablar de una de las invitaciones más tradicionales del país. Se llama smorgasbord. Consiste en un enorme buffet en el que está todo puesto sobre la mesa, desde jamones cocidos y ensaladas pasando por pescados ahumados, carnes curadas y grandes pasteles. Los invitados se sirven según su apetencia de lo dulce o lo salado.
La especialidad del país son los arenques. Ahumados, adobados, azucarados… estos pescados se adaptan a todas las salsas.
Otros grandes clásicos son el salmón, la anguila, la trucha y el rodaballo ahumados. El gravlax es un salmón adobado en sal y eneldo, acompañado por una fina salsa de mostaza.
Todos estos pescados se sirven con ensaladas: remolachas, patatas, pepinos, col lombarda, sazonadas con crema de leche fresca perfumada con alcaparras y eneldo o salsa de rábanos y copiosamente regadas con limón.
Por el lado de los platos calientes, se puede optar por un ave asada rellena de frutas, preferentemente una oca, para que aporte un toque de autenticidad. Y no hay que olvidar el queso, las albóndigas, las angulas, las salchichas y el paté, además de otras especialidades suecas.
Imprescindibles son los diversos tipos de pan y la mantequilla.
Lionesas y enormes pasteles (de cinco clases distintas por lo menos) se colocan, con el café, en una mesa especial para los postres. Este café, poco fuerte, se puede servir a lo largo de toda la comida, aunque lo auténtico sería tomar aquavit al comino, al anís, al hinojo o a la pimienta de Guinea.
Una buena opción es servir cava durante toda la comida.

Oct
12
2023