La Amazonía peruana alberga un fruto especialmente nutritivo y popular: la castaña. Cada fruto puede pesar hasta 2 kg y alberga entre 12 y 18 semillas, que contienen las deliciosas almendras. El núcleo de estas semillas es la nuez, un embrión de gran desarrollo, apto para el consumo inmediato, rico en proteínas y minerales. La corteza de este fruto es tan dura, que ni siquiera al caer desde más de 50 m de altura se rompe, y si no es recolectada por el hombre, sus consumidores naturales, el sajino (pecari) y el añuje (agutí), siempre terminan por encontrarlo. La recolección de la castaña es una de las principales actividades de la selva amazónica del Perú y además ayuda a la preservación de los bosques, pues es un tipo de riqueza que desaparecería con ellos.