
Farfalle significa mariposa en italiano. Es una pasta muy apta para salsas de queso o tomate.
Pastas secas o frescas
La manera habitual de preparar las pastas es hervirlas en agua salada y mezclarlas después en una fuente con una salsa. La salsa puede consistir simplemente en aceite de oliva o mantequilla o, por ejemplo, en una salsa de carne. Los acompañamientos sencillos son especialmente apropiados para las pastas frescas, cuyo delicado sabor quedaría enmascarado con una salsa fuerte. Unos tallarines frescos, por ejemplo, se sirven simplemente con mantequilla y queso parmesano rallado. Unas tallarines ondulados (trenette), por el contrario, se pueden hervir, por ejemplo, con patatas y judías verdes; la pasta y las hortalizas se sirven con pesto, una salsa a base de albahaca y ajo.
Abundante agua
Tanto las pastas secas como las frescas se hierven de la misma manera; la única diferencia consiste en el tiempo de cocción. Para que no se aglutinen, deben introducirse en abundante agua salada, unos 4 l por cada 500 g de pasta y muy al contrario de lo que piensa la mayoría de la gente, no se le pone aceite al agua. El agua debe estar en plena ebullición cuando se echen las pastas, ya que el burbujeo del agua ayuda a mantenerlas separadas. Remueva suavemente al iniciar la cocción para que se desenreden bien.
Al dente
Las pastas deben hervirse hasta que se ablanden, pero no demasiado. La expresión italiana que determina una cocción perfecta es al dente, «al diente», lo que significa que está a punto, firme y todavía ligeramente resistente en la parte central. Las pastas frescas, estarán al dente entre 2 y 5 minutos, según el tipo de pasta y si es rellena o no; las pastas secas necesitan doblar como mínimo el tiempo de cocción.
Escurrir
Cuando las pastas están cocidas, deben escurrirse inmediatamente para interrumpir la cocción. Puede utilizar un tenedor de madera para pasar las pastas largas como los tallarines y espaguetis a una fuente caliente. También puede escurrirlas en un colador, el método más apropiado para las pastas más pequeñas. No es recomendable ponerlas debajo del grifo, ya que con esto se le va el sabor a la pasta.