La focaccia es un pan de origen italiano aromatizado con hierbas y muchas veces aderezado con aceitunas, queso o cebolla. Rival de la pizza, es ideal para entrantes y aperitivos, tanto si se toma solo como si se rellena con otros productos italianos, como mozzarella, rúcula o pesto.

Hacer marcas con los dedos por toda la masa.
Ingredientes
- 400 g de harina de fuerza
- 200 g de leche
- 60 g de aceite de oliva virgen y un poco más para amasar
- 40 g de levadura fresca o prensada
- 2 cucharadas de orégano
- 1 cucharadita de sal
Preparación
- Introducir en el vaso de la Thermomix la leche junto con el aceite, y calentar 2 minutos a 37 ºC y velocidad 2.
- Añadir la levadura desmenuzada y la sal y programar 10 segundos a velocidad 4.
- Agregar la harina y el orégano y mezclar 10 segundos a velocidad 6.
- Pasado ese tiempo, programar 2 minutos a velocidad Espiga.
- Cuando termine el programa, pasar la masa a un molde untado con aceite. Trabajarla ½ minuto, estirándola para que cubra bien el fondo del molde. Hacer marcas con los dedos por toda la masa y distribuir encima la cebolla frita. Cubrirla con film transparente y dejarla reposar 1-2 horas, hasta que duplique el volumen.
- Regar la masa con 1 chorrito de aceite y cocerla en el horno precalentado a 200 ºC durante 25 minutos, hasta que esté dorada. Para desmoldarla, dejarla enfriar ligeramente.
Variante
En lugar de cebolla se puede probar la focaccia aderezada con aceitunas negras, romero o tomates cherry. Se ha de preparar la masa de la misma manera, y una vez esté dispuesta en el molde, distribuir el ingrediente elegido por encima.