Los piñones son unos frutos secos muy ricos en aminoácidos esenciales para el crecimiento y el desarrollo del organismo. Asimismo, tienen una gran concentración de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, indispensables para los niños, que suelen ser más sensibles a su carencia. Además, este postre, al no llevar harina es apto para celíacos.
RECETA
- Para 4 personas
- Dificultad: fácil
- Tiempo: 20 minutos (más el tiempo de refrigeración)
Ingredientes
- 100 g de piñones
- 150 g de fresas
- 500 g de yogur natural
- 4 láminas de gelatina
- 300 ml de nata líquida
- 50 ml de leche
- 1 vaina de vainilla
- 4 cucharadas de azúcar glas
- 80 g de azúcar
Preparación:
- Hidratar la gelatina en un cuenco con agua fría durante 10 minutos. Cortar la vaina de vainilla longitudinalmente y extraer las semillas con la punta de un cuchillo afilado.
- Calentar la nata en un cazo junto con el azúcar y la vainilla y cocer a fuego suave durante 5 minutos sin parar de remover.
- Pasado el tiempo, retirar el cazo del fuego e incorporar el yogur y
- los piñones. Reservar.
- Poner a calentar la leche en un cazo. Agregar la gelatina hidratada y escurrida, remover hasta que se disuelva, apartar del fuego y dejar enfriar. Una vez fría, añadir a la mezcla anterior y remover bien hasta que los ingredientes se integren.
- Verter en un molde rectangular y reservar a temperatura ambiente durante 1 hora para que se enfríe. Pasado este tiempo, guardar en la nevera durante 3 horas para que la mezcla cuaje.
- Pasado este tiempo, desmoldar y cortar en porciones cuadradas.
- Lavar las fresas y quitar los pedúnculos. Reservar 2 para la decoración y colocar el resto en el vaso de la batidora. Añadir el azúcar glas y triturar durante unos segundos. Repartir la fresa triturada en 4 platos.
- Disponer en cada plato un pastelito y decorar con piñones y un cuarto de fresas.