Muchos de nosotros hemos decidido reducir el consumo de carne a causa de la preocupación sobre el cambio climático y el efecto que tiene la producción de carne sobre el medio ambiente. También ha aumentado nuestra sensibilidad hacia el sufrimiento animal en la industria cárnica.

Pero renunciar a las comidas tradicionales, gourmet o fast food, a las que tanto estábamos acostumbrados cuesta un poco.

Por suerte, hoy en día hay más opciones que nunca, como las “carnes sin carne” destinadas a imitar la comida real. Los restaurantes se están sumando a la tendencia, lo que despierta la curiosidad de la gente de probar una hamburguesa a base de plantas.

Durante los últimos años, y muy especialmente en la última década, las alternativas vegetales a los productos cárnicos y sus derivados no han hecho más que multiplicarse. Ya sea por motivos medioambientales, éticos o por salud, la realidad es que las denominadas “carnes vegetales” se han perfeccionado en general, tanto en apariencia como en textura y sabor.

Heura, de Foods For Tomorrow, es una de las mejores alternativas a la carne. Esencialmente, la Heura busca imitar a la carne de pollo en textura, aspecto y sabor, pero basándose íntegramente en la soja, que se puede consumir tal cual se comercializa, ya sea en forma de tacos, bocados o tiras.

Sus ingredientes, además de concentrado de soja, son agua, aceite de oliva, sal, aromas y especias variadas. Con todo este conjunto logran elaborar un alimento 100% vegano, pero con una textura y aspecto carnosos, con una gran similitud a la carne de pollo típica.

Carne vegana pollo Heura

Carne vegana pollo Heura

Propiedades nutricionales

A nivel nutricional, la carne vegana de Heura goza de una serie de propiedades nutricionales destacables. Representa una buena combinación de hidratos de carbono, grasas y proteínas. Además, posee una baja densidad calórica, con tan solo 126 kcal por cada 100 gramos de producto, pudiendo usarse en multitud de recetas como sustitución del pollo.

Por su parte, contiene apenas 3 g de grasa, 2 g de hidratos y casi 20 g de proteínas por cada 100 g, sin olvidar los 6.5 g de fibra y apenas 1 g de sal en la misma cantidad de producto. Además, no contiene gluten, algo que hace de la Heura un producto adecuado para celíacos. Y, además, se le añade también vitamina B12 de forma suplementaria, evitando conservantes y colorantes en el plato final.

A nivel ecológico, los creadores de Heura afirman que su producto es mucho más respetuoso con el medioambiente que las carnes en general: para elaborar 1 kg de Heura necesitan 908 litros de agua, mientras que para obtener 1 kg de carne de vacuno se necesitarían más de 15.000 litros de agua, según datos de Foods for Tomorrow.

Además, afirman, para producir 1 kg de carne de vacuno se necesitaría una media de 20 kg de cereales, mientras que para producir 1 kg de Heura solo se necesita 0.5 kg de soja.

Heura tiene aspecto, textura y sabor de carne y se cocina como tal (se puede dorar, hornear…). No lleva conservantes, colorantes ni gluten. En el proceso de su creación se extrae toda la parte proteica de la soja hasta obtener un concentrado a con el que se crea, a partir de cambios de presión y temperatura, la estructura del Heura. Una vez conseguida esta textura, se marina con especias hasta conseguir el sabor deseado.

Entre sus características destaca que es un producto ideal para veganos y para cualquiera que busque alimentarse con proteínas vegetales. Este producto contiene proteínas de alto valor biológico, todos los aminoácidos esenciales, es rica en listina, vitamina B12 y hierro. De hecho, una ración tiene dos veces más de hierro que un plato de espinacas y cinco veces más fibra que el tofu. Además, contiene la misma proteína que el pollo y casi dos que el huevo.

La Heura nació con el propósito de aunar cuidado medioambiental sin renunciar a la experiencia gastronómica consiguiendo la misma experiencia sensorial que con la carne animal pero con muchos beneficios nutricionales, de eficiencia alimentaria y de sostenibilidad”. Es un nuevo modelo mejor, pero que nace arraigado en la cultura que tenemos. El resultado es un alimento con etiquetado clean label, es decir, comprensible y con pocos ingredientes: concentrado de soja —de cultivos que no incentivan la deforestación—, agua, sal, aceite de girasol, aroma y especias. Esa simplicidad se traslada también a su modo de preparación: se distribuye congelada y basta con saltearla directamente en la sartén.