En Praga hay que comer. ¡Y bien! Praga es pura República Checa, por lo que en su cocina encuentras prácticamente los mismos elementos que en el resto del país.
Puede que esta ciudad sea el núcleo de todo el festín gastronómico que nos brinda Chequia, pues es donde se concentra el mayor número de restaurantes. También es el lugar en el que se celebran innumerables encuentros gastronómicos de cocina tradicional.

La Ciudad Vieja de Praga
Descubre los sitios de la Ciudad Vieja
Si das un paseo por la Ciudad Vieja, podrás descubrir todo un mundo de aromas y gustos. Pues en esta parte de Praga hallarás un sinfín de bares, pubs y restaurantes en los que degustar todo el abanico de posibilidades que ofrece la gastronomía de Praga en particular y, por extensión, la de la República Checa.

Carne, chucrút y knedliky – Foto © Hans Geel

Crema de pollo – Foto © Hans Geel
Algunos platos imprescindibles
Praga es buen sitio para comer. Y sopas, sopas y más sopas es lo que sin duda encontrarás cuando entras a comer en cualquier restaurante de la ciudad.
Las llamadas polévky son las más habituales: se trata de sopas hechas a base de verduras y caldos de pollo o ternera. En invierno resultan realmente necesarias, pues hacen entrar rápidamente en calor el cuerpo, que lo más probable es que se haya quedado como un témpano tras una larga caminata.
Asimismo, pide sin dudarlo los famosos y omnipresentes knedlíky junto con la lista interminable de salsas que los suelen acompañar. Y no dejes de probar los platos de carne, pollo o pescado que por costumbre se sirven con estas deliciosas bolitas de harina, patata o pan.

Smazeny syr con patatas y salsa tártara
Quesos y embutidos de la República Checa
Si lo que te gusta es el queso, pide sin pensárselo el smazeny syr, un queso que se fríe y que suele servirse como aperitivo. Ahora bien, si lo que te gusta son las verduras y no estás a dieta, no dejes de probar los platos de col, setas o patatas.

Jamón de Praga
Y llegamos al producto estrella de la gastronomía de la capital checa: el célebre jamón de Praga, conocido en todo el mundo.
No obstante, para probar el auténtico no olvides que debes pedir la variedad uzené maso, jamón ahumado cortado en lonchas gruesas.
Además de este aperitivo, encontrarás en todas las tabernas de Praga una larga lista de «tapas», que van desde patés o huevos cocinados de diversas formas hasta un sinfín de multicolores bocadillos.

Palacinky
La Praga dulce
Para terminar, echemos un vistazo a los postres: inolvidables las palacinky, unos crepes rellenos de helado, fruta o chocolate, así como los buñuelos rellenos de ciruela, fresa o albaricoque. Estas delicias dulces las encontrarás en pequeños tenderetes en las calles de la ciudad, en los que además podrás degustar un humeante café recién hecho.
¡Buen viaje y buen provecho!
Producción y fotografía: Proforma Visual Communication
Asesoramiento y estilismo: Angela García